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Perspectivas sobre las políticas
más allá de los números

El Plan de Rescate le ayudará a Puerto Rico a recuperarse del COVID-19, pero a futuro hará falta asistencia alimentaria más sólida

La Ley del Plan de Rescate Estadounidense (en inglés The American Rescue Plan Act) incluye mil millones de financiación en asistencia nutricional para Puerto Rico y otros territorios que reciben subvenciones en bloque (en inglés block grants) de asistencia nutricional en lugar de participar en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés y anteriormente conocido como “Programa para Cupones de Alimentos”). Tal financiación, junto a otras ayudas de nutrición implementadas el año pasado, le ayudarán a Puerto Rico a cubrir las necesidades alimentarias en los meses venideros a medida que se recupera de la crisis del COVID-19. A largo plazo, los legisladores deberían abordar la inequidad entre la asistencia nutricional que Puerto Rico recibe por medio de una limitada subvención en bloque y la que recibiría si participara en el SNAP.

La pandemia irrumpió en Puerto Rico después de más de una década de descensos económicos virtualmente ininterrumpidos, y a los que se les suman desastres naturales devastadores y un proceso continuo de bancarrota. Los niveles de pobreza son altos: cerca de la mitad de los niños vive en condiciones de pobreza y, en 2015, cerca de un tercio de los adultos expresaba la dificultad de solventar una alimentación adecuada, al igual que un quinto que reportaba saltarse las comidas o tener que reducir los gastos en alimentos debido a la falta de recursos. A pesar del alto grado de inseguridad alimentaria, los residentes de Puerto Rico carecen de acceso a la misma asistencia que los 50 estados tienen disponible para que las personas de bajos ingresos puedan cubrir sus necesidades básicas. Con la irrupción del COVID-19, muchas familias han tenido aún más dificultadhan tenido aún mayores dificultades para cubrir sus necesidades, sobre todo porque la enorme pérdida de empleos y de ingresos las dejaron con menos recursos.

El Programa de Asistencia Nutricional de Puerto Rico (PAN), una subvención en bloque con un tope límite que Puerto Rico recibe en lugar del SNAP, trata a Puerto Rico inequitativamente frente a los estados. Mientras que el SNAP puede expandirse para brindarle servicios a más personas durante una recesión económica, el PAN no puede hacerlo sin quitarles beneficios a los participantes. Con dicha estructura de financiación, son las restricciones de la financiación —y no las necesidades— las que determinan los niveles de elegibilidad y de beneficios. La mayoría de los participantes del PAN reciben beneficios más bajos de los que recibirían si participaran en el SNAP, a pesar de lo bajo de sus ingresos y de que haya evidencia que sugiere que el precio de los alimentos en Puerto Rico es igual o superior al de los estados. Nuestras páginas nuevas con recursos sobre el PAN tienen materiales sobre el programa en inglés y en español.

La Ley de Familias Primero en Respuesta al Coronavirus (en inglés The Families First Coronavirus Response Act), y la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (en inglés CARES Act) de marzo de 2020 agregaron $300 millones en financiación federal a las subvenciones en bloque de asistencia nutricional de Puerto Rico y de los demás territorios que las reciben: Samoa Americana y la Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte. Tal financiación le permitió a Puerto Rico brindarles servicios a más participantes del PAN y aumentarles temporalmente los beneficios de mayo a julio de 2020. (Los legisladores también han incrementado temporalmente los beneficios del SNAP a través de las asignaciones establecidas en la Ley de Familias Primero de marzo de 2020 y de un aumento del 15 por ciento a los beneficios máximos mediante la ley de alivio por COVID-19 de fines de 2020 y en la reciente Ley del Plan de Rescate Estadounidense.)

Desafortunadamente, cuando se terminó la financiación de las leyes de Familias Primero y de CARES, Puerto Rico se vio obligado a recortarles los beneficios a su millón y medio de participantes del PAN, lo que resultó en un exorbitante recorte de beneficios de cerca del 40 por ciento y en niveles de beneficios mucho más bajos a lo largo del otoño, cuando demasiadas personas todavía se encontraban con dificultades para costear los alimentos debido al impacto económico del COVID-19. En su propuesta de ley de alivio de diciembre, el Congreso incluyó $614 millones para las subvenciones en bloque de asistencia nutricional de los tres territorios que las reciben; además, la Ley del Plan de Rescate Estadounidense incluye mil millones en fondos adicionales para la asistencia nutricional de esas subvenciones en bloque.

Puerto Rico recientemente también empezó a distribuir beneficios a través del programa de transferencia electrónica de beneficios por la pandemia (P-EBT, por sus siglas en inglés) para reemplazar las comidas escolares que perdieron los niños a raíz de la transición a la educación virtual. Puerto Rico quedó originalmente excluido del programa P-EBT que creó Familias Primero. La propuesta de ley de octubre de 2020 del gobierno para la financiación incluía a Puerto Rico en el programa P-EBT, pero el Departamento de Agricultura aprobó la participación de Puerto Rico solo hasta enero de 2021. La Ley del Plan de Rescate Estadounidense expandió este beneficio hasta el verano, cuando tiende a incrementar la inseguridad alimentaria, y clarificó que se aplicara en Puerto Rico una provisión para expandir la elegibilidad de ciertos niños menores de seis años.

Con estas nuevas rondas de financiación y con el programa P-EBT en funcionamiento, Puerto Rico será capaz de fortalecer los beneficios de los participantes del PAN durante varios meses y de ayudar a que las familias con niños que pierdan las comidas en las escuelas y los centros de cuidado infantil puedan costear alimentos. Por ejemplo, Puerto Rico ha indicado que con los aproximadamente $597 millones adicionales de financiación para el PAN que la Isla recibió en la propuesta de ley de diciembre, los participantes del PAN pueden obtener beneficios casi equivalentes a los beneficios temporales más altos del SNAP durante tres o cuatro meses a partir de marzo de 2021. No obstante, los legisladores necesitan aprobar en las futuras legislaciones de este año más financiación para el PAN si la economía permanece débil y las familias de bajos ingresos continúan teniendo problemas para hacer que el dinero les alcance.

La financiación reciente es crítica para que Puerto Rico se recupere de las crisis tras el COVID-19, pero es una solución temporal para un problema duradero. Si Puerto Rico recibiera la financiación adecuada para ayudar a las familias a que cubran sus necesidades nutricionales, tanto en momentos de mejoras económicas como en momentos de crisis, los legisladores no necesitarían proporcionar ayudas financieras temporales, ni los participantes del NAP tendrían que enfrentar reducciones abruptas en los niveles de beneficios. Para el futuro, los legisladores deberían darle a Puerto Rico una financiación de asistencia nutricional estable como, por ejemplo, darle la opción a la Isla de que participe en el SNAP y proporcionarle los recursos necesarios para una transición a este programa.

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